La relación con mi cuerpo
Siempre que le pregunto a mi cuerpo como se siente, vibra de felicidad por los cuidados que le prodigo….No tiene pinturas, metales, productos químicos, sintéticos, nunca ha sido ultrajado ni dañado, por eso funciona con total normalidad.
Se mueve con soltura, erguido, acompasado, marcando un ritmo, una cadencia y en ocasiones un “contoneo” que no pasa inadvertido.
A la dermis le gusta ser acariciada, untada en aceites en todas sus zonas, es muy fina, diría que exquisita y la trato como tal despertando el asombro de muchos.
En general, la forma de este cuerpo es como una guitarra con sus cuerdas y depende del virtuoso que la toque para que emita sus mejores o peores sonidos…
Nos sentimos muy a gusto, nuestra relación se basa en el respeto mutuo, por eso llevamos tantos años sin tropiezos hasta el momento y esperamos continuar así por muchos años más….
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